LIA DE LAVALLE DE LEDGARD, UNA DAMA INCOMPARABLE
Por JORGE
MARIATEGUI / Febrero Del 2016
Cuando vine
a vivir a Chaclacayo, después de una corta vivencia en Chosica, no me imagine,
que iba a conocer a personas, que iban a marcar mi vida.
Vivía en LAS
DALIAS CUADRA 01, y atravesé el bello
Parque y la gran vegetación que circundaba al otro parque de San Juan, realizado
para correr y tomar el buen aire y el sol de Chaclacayo.
Mi gran
sorpresa fue encontrar en un lugar de espaldas a la avenida, una hermosa escultura, de una dama,
sentada ella, sobre una gran roca rosa y ploma. No decía quién era, y en vano
busque quién la había esculpido.
Supuse, que
era el nombre de la dama que correspondía al nombre del Parque, grabado en metal,
en la puerta enorme. Ella estaba rodeada de árboles y de flores. Dicen que
antes estuvo rodeada de una laguna artificial.
Lucía
hermosa. Esbelta, muy suelta de huesos. Con una blusa de seda abierta. Y una
falda acampanada, tal vez de percal o de algodón, amplia, que la rodeaba, con
mucho vuelo, con las piernas cruzadas y sin calzado.
Así le
gustaba caminar, pata en el suelo, me dijo su amiga Teresita, quien le llamaba
la atención. Tú, preocúpate de tus pies que yo me ocupo de los míos. Nunca se clavó
ni una piedrecilla, ni un clavo.
Su cara
levantada mostraba su nariz respingada. Ella era dueña de ese mundo que miraba
sin alertas, y que lo conocía desde su corazón.
Tenía un
pelo corto, casi ensortijado, y dicen que lucía un mechón blanco, que le daba
un aire muy distinguido y diferente de todas sus conocidas, que siempre se lo
admiraban.
Una vez que
la reconocí, desde mi punto de vista pictórico, busque afanosamente el nombre
del escultor. Porque el trabajo en bronce, lo había hecho un maestro, con mucha
experiencia. Nada encontré. Me enteré más
tarde que era el gran escultor limeño,
Felipe Lestersen, hijo de ese famoso Presidente la Feria Internacional del
Pacífico.
Solo leí una
placa metálica, que decía que ella , esa dama era fundadora de la Junta de Obras Sociales de Chaclacayo, con
fecha 1978. Me pregunté, existirá esa Junta de los años 70?
Habría que investigar.
Fui a
hospedarme en La Floresta en la Residencia de las Madres dominicas, y allí conocí, a una amiga de la dama Lía, que camino con
ella, por muchos días y semanas, escuchando sus planes para con los niños de
Chaclacayo. Teresita Revett me contó que ella la vio y que conoció a sus hijos,
por años.
Me contó que
ella, Lia era una mujer que amanecía pensando en los pobres de Chaclacayo, y
que cada día hacía algo para aliviar sus tristeza y sus pesares, y se conseguía
ayuda médica, se conseguía personas para vacunarlos, se iba a Lima, a comprar
medicamentos, apenas podía. Hoy día muchos de los niños que ayudó deben
recordarla con mucho cariño, algunos seguirán viviendo cerca, otros habrán
salido a Lima, o al extranjero. La sociedad que fundo y que se encuentra en la
Avenida Nicolás Ayllón 1478, junto al local de los bomberos, donde muchas damas,
por años, siguen ayudando a la gente humilde que en este País se multiplica, y
me agradaría que muchos a los que Lia ayudó pasen por la puerta de esta
entidad, y no solo cuenten lo que los ayudó sino que se manifiesten ayudando a
los otros, que hoy se encuentran buscando ayuda. Sería un gesto
inconmensurable.
Yo no sabía
que existía esa entidad, y que desde que
Lia desapareció en 1978, esa entidad tiene un local propio, y que un gran grupo
de damas de Chaclacayo, aún persisten sin desmayar, y que día a día encuentran
una dádiva, para ayudar a niños y grandes en angustias económicas. Allí está
esa entidad que hace muchos años una dama de gran corazón fundó, con la idea de
que los pobres y más pobres tengan un lugar
donde acudir y que sientan que siempre van a encontrar una mano de una benefactora, hoy
multiplicado por muchas damas, que lo administran.
Bueno,
empezó mi investigación, con personas, que supuestamente la conocían a Lia, y
todas todas, no dejaron de hablarme de su gran corazón. No sé, como se sentiría
Lia, cuando por las calles, la saludaban desde todas la veredas, muchos niños
llevados por sus madres, y que a su paso, todos todos le gritaban, Lia, Lia, cómo
estas, y ella siempre con esa sonrisa angelical, les daba muchos saludos y les
decía te espero, ven.
Tantas
fueron las atenciones que Lia brindó a los padres y a los niños, que se
convirtió en un símbolo de la ciudad.
Durante la
mejor parte de su vida, que los ciudadanos gastamos en simplezas, ella las
gastó en asistir al pobre, en darles una palabra de amor de cariño, no le
importaba ni el grado de pobreza, ni el idioma que hablaban casi sin entender.
Solo había un idioma para ella, y era la
palabra de consuelo, de entendimiento,
de caridad con el pobre, de apoyo material a sus dolencias y enfermedades.
.
Como soy
pintor, decidí pintarla, pero al hacerlo pasó algo especial. No la pinté como
una estatua que es, sino me salió como un retrato. Y me alegro, le hice tres,
que están hoy día en esta muestra. Pero quise además adornarla, en cuadros, que
fueran su personalidad, y pinte, su caris religioso, su cariño al ballet, a la
música, a la belleza del paisaje, al baile flamenco de Carmen Amaya, a las fiestas folclóricas, expresadas en la
Fiesta de la Cruz de la calle Los Cedros y pinte la capilla de la Residencia de
las madres dominicas, para expresar su cariz religioso.
Y pensé, una
vez que tenga esta colección, iré a conversar con el Sr. Alcalde, Ingeniero
David Aponte, y le venderé mi idea de rendirle en su persona y en su entidad
que él administra un HOMENAJE, A UNA DAMA QUE FUE UN SÍMBOLO, QUE FUE UN MITO,
pero que hasta ahora su espíritu nos acompaña, y el señor Alcalde con mucha
calidad, ha volcado este homenaje no solo en las damas, que conforman la JUNTA….sino
en la hija de la Sra. LIA, me refiero a la Sra. María Fe de Nicolini que se encuentra
presente en este homenaje.
Pido un
aplauso para el Señor Alcalde que ha tenido la gentileza de abrir la
Biblioteca…………para exponer mi grano de
arena artístico en HOmenaje a una dama de Chaclacayo…..la Sra. LIA DE
LAVALLE DE LEDGARD.
MUCHAS
GRACIAS
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