miércoles, 13 de julio de 2011

MACCHU PICCHU Y HIRAM BINGHAM

MACHU PICCHU O VILCAPAMPA por
Jorge mariategui
 
“La vista de aquello me dejó hechizado” fueron las palabras de asombro que pronunció  Hiran Bingham al ver por primera vez esas mágicas construcciones de piedra blanca que se erguían detrás de la maleza.
Hiran Bingham fue un viajero norteamericano (1875-1956). Antropólogo de la Universidad de Yale (USA) que descubrió ayudado por guías lugareños en 1911 Vilcapampa la Vieja , la ciudad perdida por siglos.
Machu Picchu denominada como “pico viejo” al lado de otra cumbre Huayna Picchu el “pico joven, a la que Hiram Binghan hizo tres expediciones en 1911, 1912 y 1915.
Con una magnífica cámara fotográfica pudo ir a Nacional Geographic que editaba una revista en inglés conocida en el mundo, quien lo respaldo con una suma millonaria y publicó las magnificas fotografías en un número especial de su “Magazín” que se puede encontrar en la Biblioteca Nacional del Perú. El mundo se quedó asombrado de tal descubrimiento y desde esa época hasta nuestros días ha sido visitado por millones de turistas nacionales y extranjeros. Yo la visité 2 veces. Pero hoy el Cusco que es la ciudad a la que hay que llegar para viajar a la ciudad Inca, está tan metalizada, que es como llegar a Paris o New York.
“pocos son los que dan cabal cuenta de cuánto debe el mundo a los peruanos. Escaso es también el número de las personas que aprecian debidamente el hecho de que nos dieran la papa, variedades de maíz y drogas tan útiles al hombre como la quinina y la cocaína” son las palabras con las que Hiram Binghan principia su reporte convertido en el libro “La ciudad perdida de los Incas, Santiago de Chile. Zigzag, 1949.
Vamos a volar por este informe para darle unos acercamientos de la forma como llegó a descubrirla.
Los peruanos especialmente como otros envidiosos han lanzado lodo al brillante antropólogo que dio al Perú lo que ningún municipio en el mundo sea tan millonario, ni que país alguno sea tan conocido por Machu Picchu y Cusco, desde los rincones mas ignotos del universo. Unos tienen el mal humor de sindicar a muchos peruanos “los descubridores”, y hace pocos meses de entablar una demanda contra la Universidad de Yale, para que devuelva los baúles de cerámica que incluye restos humanos y metales, talvez oro y plata y cobre y demás. Que han sido estudiados y guardados celosamente. Con la experiencia que tenemos de que nuestros “arqueólogos se birlen mediante argucias innominadas piezas enteras que las han vendido fuera y dentro del país, o que las detenten en sus casas enseñándoselas a sus amistades y que egoístamente no pueden ser vistas por el resto de los peruanos en museos modernos salvo enteras excepciones. Soy testigo de que cuando he visitado con extranjeros huacas de Trujillo, hay siempre un rapaz que vende piezas utilitarias pequeñas con el consentimiento de los directores que también hacen lo mismo. Pero las leyes peruanas están confabuladas con los ladrones nacionales y algunas veces hacen escándalos periodísticos de desapariciones pero muy pocas de recuperaciones.
En este escrito de Bingham cuenta de inaccesibles regiones de los andes entre los Ríos Apurimac y Urubamba afluentes del Amazonas, donde vivieron o vivió el último o los últimos perseguidos descendientes de los Incas. Pizarro y sus secuaces los corretearon por las ciudades serranas hasta hacerlos desaparecer, por el miedo de que quedando un descendiente al trono Inca podían recuperar su imperio. Pero los conquistadores y miles de angurrientos que llegaron para enriquecerse pusieron todo de su parte para matar a los dueños del Perú…y lo lograron…no se como aun viven descendientes de la raza indígena peruana porque despues de los conquistadores por 450 años, los actuales dueños del Perú lo siguen matando y ahora ya llegaron a la Selva especialmente a Bagua. Raza poderosa amalgamada con acero que aun mezclada con todos los colores humanos ha mantenido sus creencias antes puras y su comportamiento, aun no descubierto y siempre pisoteado.
“ La Real ciudad de Vilcapampa se hallaba completamente perdida. Santuario sagrado, escondido al borde de gran precipicio en un cañón estupendo, el secreto de su existencia estuvo seguramente sepultado por tres largas centurias a la sombra de las montañas de Machu Picchu. Y esas ruinas tomaron entonces el nombre de la montaña, porque cuando la encontramos nadie sabía en que forma llamarla”
“En el corazón del país, a unas cincuenta millas de distancia de la ciudad capital del Cuzco (ombligo del mundo) está el Gran Cañón del Urubamba uno de los sitios mas bellos del mundo…”
Bingham dice que en Julio de 1911 empezó  la búsqueda junto Harry Ward Foote naturalista y de su amigo de clases Dr. Wm.G.Erving cirujano.
Entro al maravilloso cañón del Urubamba y lo compara con las Ricallosas canadiense y Honolulu y tiene la vista de “Koolau del Maui, mi tierra nativa” así descubrimos donde nació Bigham.
Conforme va avanzando va describiendo la lujuriante vegetación las orquídeas y barreras de árboles que le impedían el paso.
Pasaron por una choza de Melchor Arteaga arrendatario de esas tierras e intrigado porqué no se hospedaban en su sitio, menciona Binghan talvez por la poca amistad que determino Arteaga…que felizmente estaban protegidos por una escolta armada proporcionada por el Prefecto de Cuzco su amigo JJ. Núñez. El gendarme Carrasco calmó a Arteaga que les informó que había cerca unas ruinas de los incas bautizada como Machu Picchu. Arteaga muy solícito y ambicioso se invitó para acompañarlos. No así sus acompañantes extranjeros que se quedaron en el minúsculo campamento. Es por eso que ellos no forman parte del glorioso hallazgo y nadie los mencionó, pero nosotros dejamos sus nombres para información de los curiosos que leen esta síntesis.
Acompañado del sargento Carrasco y de Arteaga el 24 de Julio a las 10 de la mañana partió internándose en la selva hasta la rivera del río. Atravesaron un puente resbaloso sin zapatos y resbalándose. Bajaron al arroyo y empezaron una caminata de hora y media subiendo una ladera. Un calor insoportable, muchas serpientes y neblina. Se toparon con un cobertizo donde varios indios le alcanzaron unas calabazas con agua. Richarte y Alvarez eran dos hacendados instalados en ese paraje, y le contaron que había arriba unas terrazas artificiales (los andenes peruanos) y “plantaron maiz, camotes, caña de azúcar, frijoles, pimientos, tomates y grosellas”.
“Apenas abandonamos la cabaña y dimos vuelta al promontorio, nos encontramos con un inesperado espectáculo: un gran trecho escalonado de terrazas hermosamente construidas con sostenes de piedra. Había quiza un ciento de ellas, cada una de unos cien pies de largo por diez de alto….De pronto me encontré  ante los muros de casas en ruinas construidas con el trabajo de piedra mas fino que hicieran los incas. Era difícil verlas porque estaban en parte cubiertas por árboles  y musgo, crecimiento de siglos; pero en la densa sombra, escondidos entre espesuras de bambúes y lianas enredadas, aparecían aquí y allá muros de bloques de granito blanco cuidadosamente cortados y exquisitamente encajados. Nos arrastramos a través de la espesura trepando las paredes de las terrazas y rindiendo los velos de los bambúes, en lo que nuestro guía se desempeñaba más fácilmente que yo. De repente, sin ninguna advertencia, bajo una enorme saliente colgante, el muchacho me mostró una cueva forrada con la más fina piedra, que, sin duda, habría sido un mausoleo real. En lo alto de esta saliente se encontraba un edificio semicircular, cuya pared externa, en suave pendiente y ligeramente curva, mostraba un parecido sorprendente con el Templo del Sol en Cuzco. Este podría ser otro. Seguía la curvatura natural de la roca y estaba empotrado en ella por uno de los más finos ejemplos de albañilería que yo hubiese visto. Además, amarraba en otra hermosa muralla hecha de bloques muy cuidadosamente aparejados de puro granito blanco que habían sido escogidos por su fina apariencia. Era claramente labor de un maestro de su arte. La superficie exterior del muro estaba interrumpida por nichos y clavijas de piedra. La exterior era perfectamente simple y sin adornos…Debido a la ausencia de mezcla no quedaban huecos feos entre los bloques… Ofuscado todavía, comencé a darme cuenta de que este muro y el templo semicircular adyacente sobre la cueva eran tan finos como los mas finos trabajos en piedra que se conocen en el mundo….Luego el niño  me urgió a trepar por una abrupta colina sobre la cual parecía haber una escalera de piedra…De pronto nos encontramos frente a las ruinas de dos de las mas hermosas e interesantes estructuras de la antigua América. Hechas de granito blanco, las paredes presentaban bloques de tamaño ciclópeo, más altos que un hombre. La vista de aquello me dejó hechizado…¿creería alguien lo que yo había descubierto?...yo tenía una buena cámara y el sol brillaba…”
Efectivamente gracias a esa buena cámara Hiram Bigham llego hasta la entidad Geographic Institution, y pudo mostrarles el hallazgo de los siglos.  Y regreso en 1912 y 1915 y Geographic Institution  lo llenó de oro y de gloria.
Y para terminar este enjundioso artículo, Hiram Bigham termina haciendo conjeturas sobre el origen y el uso de este gran monumento…”se trataba sin duda, de un edificio ceremonial de peculiar significación…Se recordará que Salcamayhua, el peruano que escribió un relato de las antigüedades del Perú en 1620, dijo que el primer Inca Manco el Grande ordenó “trabajos que se ejecutarían en el sitio de su nacimiento, consistente en “un muro de albañilería con tres ventanas” ¿Era eso lo que descubrí?. De ser así, no se trataba entonces de la capital de los últimos incas, sino de lugar del nacimiento del primero. En realidad , la región podría calzar con los requisitos de Tampu tocco, lugar de refugio de la población civilizada que huyó de las tribus bárbaras del Sur despues del combate de La Raya llevando consigo el cuerpo de su rey Pachacutec, que había sido muerto por una flecha. Quizá lo sepultaron en la cueva forrada de piedra bajo el templo semicircular.”
Y termina Hiram Bingham “pero a esas ruinas se les llamó Machu Picchu, porque cuando las descubrimos nadie sabía en qué otra forma nombrarla y ese nombre se aceptó y se continuará usando, aunque nadie discute que este era el sitio de la antigua Vilcapampa”
Y así termina el relato del descubridor más grande  de la Historia del Perú y del Mundo.
 Hoy Machu Picchu le da millones de ingresos a Perú y a Cusco, que vive millonariamente. Y el “ombligo del Mundo” Cusco es un centro monumental que siempre estuvo destinado para ser una de las mas brillante ciudades del mundo, adornada por la UNESCO como Tesoro de la Humanidad.  Y a la que llegan muchos predestinados de todas las religiones, razas y sabidurías a nutrirse con la fortaleza que emana del suelo de sus cerros  y de su cielo. VIO un articulo destellante

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