lunes, 9 de septiembre de 2013

LA PALOMA DE MI HERMANO

Mi hermano tiene una ave.

Por Jorge Mariátegui

Iba caminando como todas las mañanas, por cinco kilómetros, cuando desde un árbol frondoso se cayó un pichón. Pasó tres veces y el pichón piaba, así que lo recogió. Se acordó cuando vivía en Piura que criaba una veintena de palomas, que le servían de vez en vez para unos sabrosos tallarines en salsa de paloma.
Lo trajo a la casa y le compró maíz molido y mojándolo se lo dio en el pico. El pichón estaba desnudo tenía algunas plumas, así que Leandro le buscó una canasta y la cubrió de lanas y por miedo a qué el gato se la comiera en el patio del fondo de la casa, la metió en su dormitorio dentro de un mueble.
Temprano amanecía y le gorgoreaba pidiéndole su alimento. Él la sacaba al patio y antes de irse a caminar le daba de comer. También le daba a las 5. Pero cuando llegaba, el pichón batía sus alas y gorgoreaba pasándole la voz.
Todos amigos y parientes que venían a la casa tenían que preguntar por "pirulín" que así le puso. Pero lo gracioso es que Pirulín lo correteaba a mi hermano por el pasadizo, para que le dé de comer, pasándole la voz y abriendo y batiendo sus incipientes alas.
Pirulín se llenó de plumas blancas y con dos negras por las alas. Todos decían córtale las alas, córtale las alas, pero nos opusimos. Un buen día, como dentro de 30, Pirulín voló y se salió por entre las ramas de la higuera de Francisco Pizarro y se desapareció.
Yo ví la cara de preocupado de mi hermano, que se fue su juguete volando, sin poderlo detener, porque lo ganó en rapidez, y cuando menos nos imaginábamos. Él miró que Pirulín se había ido volando, pero al tercer piso de mis vecinos, y desde allí con un solo ojo y moviendo nerviosamente la cabeza nos miraba. 
Leandro le pasaba la voz, imitando guturalmente los gritos del pichón. Le pusieron maíz en el piso del jardín, y nos seguía mirando y nos miraba por un ojo y nada de bajar.
Yo sentí la tristeza de mi hermano y no sabía como apaciguarla. Así que dije, cómo es la primera vez que vuela, ha salido por el patio y desde arriba no conoce la casa, él la conoce desde abajo. Pero Pirulín nos miraba reconociéndonos pero no nos daba señal de regresar. Rogábamos que no se fuera y se encontrara con unas palomas silvestres que el número de cien volaban a la vuelta de la casa. Y que se la rapten. Pero este Pirulín creo yo que es una damita, porque es muy fina.
A las 5 de la tarde regresó. Y se fue directamente a su cuarto y a su caja, que fue cambiada por la canasta que le quedaba chica. Nos quedamos fríos.
Yo me fui a GOOGLE y allí encontré que las palomas estaban llenas de bichos congénitos y que pueden ser peligrosos. Que tienen buena memoria y que regresan siempre a sus nidos.  Leandro descubrió que botaba una caspa. Así que le cambió de jaula con una caja alta, con una puerta a su tamaño y con una ventana de desfogue. Todos los días le limpia su "palomar" y le lava sus "sábanas".
El otro día vi a Pirulín color beige, y le dije a mi hermano porque estaba sucia, y me dijo que para la caspa le había aplicado aceite Johnson para bebes. Pero cómo todos los días se baña, se va a ir blanqueando.
El Invierno ha llegado con temperaturas de hasta 12 grados centígrados, y todos nos morimos de frió, así que cerramos las puertas que dan al patio y ¡OH!. sorpresa. Pirulin voló a la ventana superior, y de allí voló hasta la ventana superior del cuarto de mi hermano y aterrizó en su cama..¡qué te parece!
Mi hermano entra a su cuarto y se pone a ver televisión, pues Pirulín sale de su casita y se para junto a la silla y también ve, televisión con mi hermano. Hasta que él le dice ¡a su cuarto carajo! y Pirulín, se mete a toda velocidad. Pero si tú te atreves a tocarle su casa a la hora que está adentro. Te emite unos runrunes protestando.
Para mi Pirulín se ha "humanizado"
Yo tenía en el Callao una primas Prada, que tenían dos palomas, que le ¡¡escogían el arroz!!! Cuando venían del mercado le estiraban el arroz en una mesa y ellas, las dos palomas, escarbaban y se comían todas las semillas del arroz. Antes en las tiendas solo vendían arroz con semillas. Mira como han cambiado los tiempos, ahora, te venden, arroz que no necesitas lavarlo.  O sea qué, antes nos daban la basura de arroz, y el resto lo exportaban ¡qué lisura!
 A mí nunca me gustó escoger el arroz, pero no teníamos palomas, así que un castigo era escoger las semillas del arroz cochino. Y cuando lo lavabas salía el agua sucia.
Pirulín es un caso. Cada día nos pone en aprietos.  Mi hermano se va de viaje pronto, por largo tiempo, y está preocupado porque ¿quién va a limpiar su "palomar"?. Yo, me comprometo a darle de comer, porque mas o menos me conoce. Pero mi hermana se va a Guayaquil por un tiempo. y yo no me comprometo a limpiarle su "corral". ¡Pobre Pirulín!
Lo gracioso es que ya tiene tres meses, y nadie sabe hasta cuando va a vivir. Tú puedes saber que un gato vive con sus siete vidas unos quince años, y un perro también, pero tú sabes ¿cuánto vive una paloma?.
Ahora sale a volar todos los días por unas horas, pero a la hora del almuerzo regresa, y le dan de comer, y entra a su caja. Pero cuando no ve a su "papá" sale y vuela a horas de la noche, que nunca sale. Creo que lo busca y lo extraña.
Le hemos cerrado las ventanas altas, para que no se vaya al patio porque mi hermano ha salido por pocos días,y ella lo extraña. Está intranquila.
Así que mi hermana me dijo a esta hora ella ve televisión con mi hermano. Así le ha prendido la tv y la paloma está parada frente al televisor en el piso..."mirando la teve" ¡qué te parece!
Creo que vamos a tener que ir donde un Psiquiatra, porque todos en esta casa creemos que hay otro ser humano pensante, pero sin habla, y que nos atormenta la vida.

Lince 28 de Julio del 2013

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