sábado, 17 de junio de 2017

BALTAZAR JAIME MARTÍNEZ DE COMPAÑÓN Y BUJANDA

BALTAZAR JAIME MARTÍNEZ DE COMPAÑÓN Y BUJANDA Nació en España en la villa de Cabredo, un 6 de Enero de 1735. El Papa Pio VI le nombra Obispo de la ciudad de Trujillo en 1779 haciéndose cargo en 1780, permaneciendo diez años hasta 1791. El Papa le nombra obispo de Santa Fe, donde permanece por 7 años y allí fallece. Llegó a Trujillo y ocupó su obispado, pero era un hombre investigador, y lo primero que hizo fue averiguar entre los prelados por donde se iba, que carreteras había, para recorrer sus dominios, y concitó y trajo a un grupo de personas entre un músico, dibujante o dibujantes, secretario, y unas 15 personas y a mula y algo de víveres emprendió el viaje. Se imaginan iniciar un viaje, en una tierra que no conocía, pero que se valió de un plano, de algún científico, para marcar su itinerario. Aquí les presento dos planos. Y quiero que observen lo enorme que era la ciudad y el Obispado de Trujillo, que abarcaba hasta Piura, y por la selva hasta Moyobamba, y la Provincia de Lamas, que hoy está reducida a un pequeño distrito. Cuando llegue en el 2014 a Tarapoto, me di con la gran sorpresa que una avenida principal de esa bullanguera ciudad tenía el nombre de Martínez de Compañón ¿cómo lo conocían? ¿Qué o quien tuvo el acierto de poner su nombre en una Avenida? Al regresar a Lima, me puse a investigar y saben de lo que enteré que los límites de Trujillo, pasaban ríos y montañas y llegaron a Tarapoto, por eso Martínez de Compañón dejo muchas enseñanzas allí. Se preocupó por la educación de los nativos peruanos por donde pasó y fundo 54 escuelas. Es un pionero en Educación en el siglo XVII. Y se ganó muchas protestas de los españoles hacendados, porque se preocupó de los indígenas. Fundó veinte ciudades, parroquias. Por dónde pasó se indagó de las costumbres, de su vida social, de su ropa, de sus peinados, de los juegos. De su música, que el músico o los músicos la volcaron al pentagrama. Dibujó los instrumentos musicales que acompañaban a sus danzas, describió las danzas, y en acuarelas de colores la pintaron en bellas páginas. Fundo varios seminarios. Se preocupó por la agricultura y diseño acequias para que los campos de cultivo tengan suficiente agua. Se preocupó de la siembra del cacao y del lino. Narró los cuentos de cada lugar y los escribió. Hizo dibujar cómo daban a luz las mujeres en esos parajes. Dibujo y averiguo por los nombres de plantas animales y minerales. Y lo más destacado averiguo yerbas que mejoraban la salud, y que usaban esos nativos de cada lugar. Escribió la relación de enfermedades y las yerbas con las que se curaban, y la forma de tomarlas o ponerse los emplastos. En la Universidad Nacional de Trujillo, hay un tesis, que una investigadora ha puntualizado, todas las yerbas que se encuentran en la Diócesis de Trujillo, y que aliviaron los males y curaron las enfermedades de los trujillanos de esa época y si usted lee la tesis podrá curarse las modernas enfermedades sin utilizar los fármacos contemporáneos. Dibujó la fauna y la flora de todas las ciudades por donde pasó. Realizo 1411 láminas a color que hoy se encuentran en la Biblioteca del Palacio Real en Madrid, España. El Banco Continental de Trujillo editó un libro hermoso sobre el viaje de Martínez de Compañón. Y muchas de sus acuarelas, incluyendo su retrato las tenía en los ambientes de su hermosa casa Colonial. Pero muchos viejos habitantes dicen que esas acuarelas, no son auténticas, y un personaje las tiene en su poder, y las que hay en sus salones, no son originales. No me han contratado para denunciar. Viajó por 6 años, por todo su dioceses, y recogió todo, todo, todo lo que pudo. Y cuando regresó a España, se llevó todas las muestras de vegetales, y los hermosos dibujos de las aves, de las plantas do. Los mas espectacular es que la Biblioteca Nacional del Perú…NO LOS TIENE, pero si, están en Trujillo, pero faltan dos tomos. Hace años el Príncipe de España, le obsequio al Papa, en su visita oficial, una serie con los NUEVE TOMOS forrados en cuero teñido de verde. No sé si Martínez de Compañón, se murió antes de ver su maravillosa obra, pero su secretario Jesús Domínguez Bordona, edito un folleto como prólogo, y dio la vuelta al mundo haciéndose pasar como el autor. En el siglo en que se editó, no existían los derechos de autor, pero ahora tampoco, o así parece, porque muchos autores acusan a los “plagiarios peruanos”, de todas las instituciones universitarias, que han recibido Tesis y trabajos de investigación “plagiados” de muchos autores y de muchas tesis. Imagínate un alumno de Cusco se puede, tranquilamente plagiar otra tesis de Lima, y así como un candidato a la presidencia sufrió una acusación, se descubre que los congresistas, que son gente de mal vivir, se han plagiado trabajos íntegros y que l han presentado como suyos, y que solo se descubren cuando esos congresistas o personajes públicos, les escarban su “intelectualidad” sus enemigos de otro partido. Las yerbas medicinales encontradas, señaladas, y identificadas, han perdido su valor y se han convertido en escondidas y sepultadas, por los médicos modernos, que matan con medicinas de laboratorios envenenadores. Santa Rosa tenía una indígena que conocía el secreto de la bondad de las yerbas medicinales nativas, y Santa Rosa curaba a sus enfermos con estas pócimas peruanas. Les presento la caratula de uno de los tomos editfados en Madrid y un retrato de su eminencia Don Baltasar Jaime Martínez-Compañón Y

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