sábado, 7 de octubre de 2017

EL PALACIO DE LA ALHAMBRA

EL PALACIO DE LA ALHAMBRA Cuando visité el Palacio de La Alambra, me detuve muy especialmente en los pisos y los zócalos, y observé que las losetas que cubrían estos espacios, se parecían mucho a las losetas de mi casa en Perú, y cuando viví en Barranco, todas las casas de mis amigos, todos los pisos de los restaurantes, los halls, los patios y los pasadizos, se parecían tanto a las losetas que engalanaban los rincones de la Alhambra. Pero también vi, que todos los relieves de las pareces de todo el Palacio y de otros compartimentos del conjunto árabe estaban escritos con unos vistosos relieves en estuco, y el guía a mi curiosidad me dijo que todo lo que allí estaba escrito y me deletreo algunos, eran pasajes del Corán. Por allí un estudioso dijo que si separaran las paredes de ladrillos y dejaran los relieves altos y bajos y todas las palabras, quedaría un edificio solo del Corán. Los pensamientos del Corán escritos en árabe eran unas obras de arte, los caracteres de cada palabra en relieve en blanco del estuco, tienen un ritmo, que va dibujando la palabra o las palabras y forma una pieza de arte. Todos los dibujos que aparecen en las losetas, solo pueden ser de la flora del universo, nunca debe representar a personas. Pues el vergel de paredes, puertas y ventanas de zócalos y pisos representan eso, la flora. Para construir las casas y los palacios vinieron alarifes españoles que habían aprendido los secretos de construcción de los árabes. Un estudioso en el siglo diecinueve, y hasta hoy dijo que los dibujos de las losetas tenían 17 formas. Pero los árabes en estos Palacios de Andalucía, no sabían de las 17 formas, y realizaron sus losetas, con toda la técnica descubierta por ese estudioso actual. De los colores que usaron el rojo fue poco usado, solo para darle realce, pero los amarillos, celestes y cremas, y las combinaciones fueron los colores más destacados. Los árabes vivieron siete siglos en España, cuando huyendo de África y buscando expandirse se apoderaron de una gran extensión española. Cuando se casó Isabel de Aragón con Fernando de Castilla, se unieron eso enormes reinos, y le hicieron la guerra a los califas avecindados en esta su patria. El último califa con nombre extraño a mi lengua, les entrego la llave de su reino y se fue al palacio a llorar y su madre le dijo, lloras como una mujer porque como hombre no supiste defender tu reino. Siempre lo había escuchado y tal vez mucho de ustedes, pero recién me enteré de donde vinieron esas palabras tan duras. Esta hermosa ciudad que quedaba sobre una explanada en los altos de esta gran montaña, con todas sus construcciones con patios soleados, con habitaciones regias y tibias, con un arte, fue despreciado, no solo por los reyes y la nobleza, sino por el pueblo español, que por su ignorancia abandono estas reales mansiones. El tiempo los destruyó hasta que alguien sin duda le hizo ver a las autoridades que reconstruir estos palacios serviría para el turismo que a fines del siglo diecinueve se llamaba, las fábricas sin chimeneas, el gobierno hizo caso y por años se inició la restauración que duro décadas. Y el reconocimiento en el mundo no solo de la arquitectura árabe, sino de lo científico y técnico, que los árabes dieron al mundo, el álgebra, que todos hemos estudiado en Baldor, tenía en la caratula un árabe con su indumentaria en la cabeza de telas finas que la envolvían y no sabía por qué. Ahora lo sé, y muchos de ustedes también. Los árabes le enseñaron al mundo a contar. Regresemos a las losetas, les he escogido muchas de las losetas, pero solo les he escogido las que están en La Alhambra, porque de ese estilo árabe, se llenó el mundo, pero también aparecieron diseños parecidos que son los que llegaron a Perú. Los Piana, una familia italiana que tenían una fábrica de losetas en Lima detrás de la Universidad de San Marcos, fueron mis padrinos de bautizo, y yo he visitado su fábrica hasta que tuve 15 años, muy curioso y viendo como las hacían artesanalmente. Muchos pisos de Lima y de sus nuevos barrios, fueron tapizados por las losetas de los Piana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario